Hablar de Magalie Torres-Rowe es hablar de una mujer empoderada, sumamente preparada con doctorados y maestrías, dueña de un liderazgo único para enseñar, habilidad que determina el éxito o el fracaso de los estudiantes; es orgullosa de ser latina, de transmitir sus raíces y cultura, lo que la ha convertido en un referente de liderazgo comunitario. “Yo no colecciono títulos universitarios para lucirlos en mi pared. Estudio mucho para servir mejor a mis hermanos y hermanas porque Dios me ha dado muchos talentos para compartirlos con ellos”, expresa.
Llegó, de su natal Oyotún, costa norte del Perú, a New Hampshire en 1998, después de haber ganado una beca completa del Banco Mundial para estudiar un doctorado en Desarrollo Económico Comunitario en la Universidad Southern New Hampshire. También tiene tres Maestrías, una en Teología y Ministerio de Boston College; otra en Ciencias, Sistemas de Producción y la tercera en Enseñanza de Español en la Universidad de Rivier; estudió en la Universidad de Harvard Teoría y Acción de las Inteligencias Múltiples. “La educación es la llave que abre cualquier puerta y es la herramienta para empoderarse”, manifiesta. Ha enseñado en la Universidad Iberoamericana en Torreón, México, país en el que vivió 10 años, antes de llegar a Los Estados Unidos. Hoy es profesora de las Escuelas Públicas de Lynn.
“Yo tengo entre 100 a 120 estudiantes cada año escolar y todos mis alumnos sacan A y B porque estoy hablando con los padres todo el tiempo”, comentó al puntualizar que la mejor manera de que un alumno tenga éxito es aplicar la cultura de la prevención, entonces cuando los padres se involucran en proceso escolar y conocen qué hacen sus hijos en la escuela, el éxito está garantizado. Cada periodo escolar es de 10 semanas, es decir 186 días que todas las escuelas en Los Estados Unidos deben cumplir.
“El estudio es un hábito y comienza con la lectura que te incentiva la imaginación y creatividad. Mi abuela no sabía leer ni escribir, pero nos contaba cuentos de la biblia con tan realismo que en mi cabeza tenía las imágenes, ella me dio el hábito del amor a la lectura, yo en kindergarten comencé a leer”.
Magalie Rowe.
Por su piel trigueña, cabello negro azabache y rasgos latinos, Magalie ha sido objeto de racismo. Recuerda que estaba buscado el salón donde le tocaba una clase de su curso de doctorado y una de las secretarias de la universidad le preguntó qué hacía buscando en el área de los salones porque el cuarto de la limpieza estaba en otro lado. “Esto lejos de lastimarme, me empoderó”.
Cuando habla de sus alumnos irradia amor en su mirada, denota una sapiencia innata de saber cómo calar hondo en la vida de esos jóvenes, que en ocasiones atraviesan situaciones difíciles que los convierten en adolescentes rebeldes y juzgados. “El respeto es fruto del amor, todo niño problema que les dan lo que conocemos como -teacher detention- que para mí es -teacher conversation-, cuando yo escucho a ese niño que se porta mal, yo lloro con ellos porque no se imaginan la vida de infierno que tienen, después que los escucho los amo más porque simplemente cuando uno los escucha y los ama, ese niño se porta bien”, manifestó en medio de lágrimas que le impidieron por un instante continuar con la conversación.
“Para mí educar es transformar vidas, es liberar niños de las cadenas de la ignorancia, la educación es la llave que abre todas las puertas y te hace libre de la marginación económica, la educación es darles la llave del poder del conocimiento, el cielo es el límite”, Magalie Rowe.
Magalie es la menor de 4 hermanas, nació un 3 de diciembre de un año indeterminado porque entre risas dice que no revelará su edad, está casada con un ciudadano norteamericano de Minnesota y tiene dos hijos, Juan de 30 años y Richie de 19. Thalía de 5 años es su pequeña amiga, es su única nieta, juntas son juventud y sabiduría, son dos almas gemelas unidas por un lazo inquebrantable de amor, son cómplices en un mundo mágico que sólo existe entre una abuela y una nieta.
Como profesora de las escuelas públicas de Lynn fundó la primera sociedad denominada Spanish National Junior Honor Society, en la Breed Middle School, cuyos miembros son parte del Programa de Servicio Escolar “Big Brothers and Big Sisters” que apoyan a los estudiantes recién llegados y los ayudan aprender inglés. “He hecho historia en Lynn y cuando haces historia en un pueblo es algo que trasciende. Todos los martes mis alumnos ayudan a los estudiantes que aprenden inglés con la pronunciación, les hablo del proceso de ingreso a las universidades y los llevo a visitar Harvard University, MIT y Boston College”, comenta orgullosa.
Magalie Yolanda Torres-Rowe ha pasado años enseñando a las mujeres latinas a hablar inglés y adaptarse a la sociedad estadounidense, algo con lo que la peruana ha luchado desde cuando llegó a Los Estados Unidos como inmigrante a finales de los 90. “Cada persona que inmigró a Los Estados Unidos tiene una historia única que contar, una historia de desafíos y miedos, de esperanza y sueños, una historia de lo difícil que es aprender un nuevo idioma e integrarse en una sociedad y cultura desconocidas. Agradezco a Dios por darme energía en tiempos difíciles”.
Recuerda que siendo niña comenzó su amor por el estudio, fue siempre la mejor alumna y se graduó con honores. “Desde el primer grado he tenido el primer puesto, en la primaria, en la secundaria, cuando yo estudio no veo ese montón de letras sino veo imágenes en mi cabeza. En Perú luego de los 5 años de secundaria nos dan un Premio a la Excelencia que es el ingreso libre, gratis a cualquier universidad y yo me lo gané”.
Ingresó a estudiar Ingeniería Agrónoma con especialidad en Economía Agrícola y Desarrollo Rural. Durante su vida de estudiante conoció a sacerdotes y monjas jesuitas de Canadá y ya en la universidad les comunicó su deseo de convertirse en monja. “Me tocó ir al sur del Perú en la frontera con Bolivia en la zona de los indígenas de los Aimaras, yo vi monjas gringas trabajando y hablando su idioma, fueron un ejemplo de gratuidad, de dar todo por nada”. Si bien trabajó como monja, sin recibir ingresos económicos, Magalie nunca tomó los votos para convertirse en una religiosa, porque tuvo que regresar a la ciudad, pues su padre enfermó gravemente y su familia no podía cubrir los elevados costos médicos. “Voltearon a ver a la ingeniera, pero yo no podía enviarles dinero porque como monja no ganaba un centavo, entonces tuve que salirme y entré a trabajar a la universidad de los jesuitas para ganar dinero”, recuerda.
En 2016, fundó Latina Center Maria, un grupo de mujeres que trabaja para empoderar a la comunidad latina a través de la educación como arma de empoderamiento femenino. “Desde esa fecha hasta la actualidad Latina Center María se ha convertido en un apoyo emocional y espiritual donde las mujeres comparten su vida y se apoyan mutuamente”, comenta.
El pedido que realiza a las autoridades es la donación de un local para poder realizar las actividades. “Las Marías no tenemos un espacio físico, ni nos dan dinero para las actividades, sin embargo, hacemos tantas cosas, pedimos que nos den un local, el curso de inglés que doy totalmente gratis, con guardería incluida es el único en Massachusetts, tengo más de 100 madres en lista de espera, pero no hay más espacio en el YMCA que generosamente nos prestan un lugar”, afirma.
En el 2020, ganó el premio Commonwealth Heroines Award por servir durante años a la comunidad enseñando a las mujeres latinas a hablar inglés y adaptarse a la sociedad estadounidense. “Son muchos años de trabajo empoderando y educando a las mujeres latinas, a los estudiantes y los miembros de la comunidad inmigrante de Lynn son la encarnación de lo que representa este premio”, puntualiza.
Ha recibido el Premio al Servicio Peter J. Gomes, reconocimiento que se otorga anualmente a la persona que mejor represente las cualidades de integridad, compasión y compromiso con la comunidad que fueron la base de las enseñanzas del difunto reverendo profesor Peter J. Gomes, predicador y teólogo estadounidense.
También ha escrito “A College Guide for Immigrant Parents”, una “Guía Universitaria para Padres Inmigrantes”, que ayuda a entender el proceso académico de Los Estados Unidos, que es totalmente diferente al de los países latinos; y otros dos libros, Todas Somos Maria y ¿Quieres ser un Líder Exitoso o Trascendente?
Magalie Yolanda Torres-Rowe representa el orgullo de ser latina, ese que te da la fortaleza para sobreponerte a los obstáculos, es el que te da el amor para enfrentar cualquier reto. El orgullo de ser latina es el que te recuerda una y mil veces que, aunque llegues a una tierra extraña siendo nadie, siempre has sido alguien, y si trabajas duro ese alguien va a salir triunfante como lo hizo Magalie.
La entrada La peruana Magalie Torres-Rowe, referente de liderazgo comunitario y una querida maestra de Lynn se publicó primero en El Planeta.
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