El presidente electo Donald Trump ha declarado durante su campaña su intención de llevar a cabo lo que considera el mayor operativo de deportación en la historia de Estados Unidos, el cual podría impactar a 13 millones de inmigrantes indocumentados.

En respuesta a esto, la gobernadora de Massachusetts, Maura Healey comunicó durante una entrevista con MSNBC News que su Administración no participará en los planes de deportaciones masivas de la nueva Administración.

Durante el último año, Massachusetts ha visto un incremento en la llegada de inmigrantes, lo que impulsó a la gobernadora a pedir una intervención legislativa federal. Healey instó a la próxima Administración a fortalecer la seguridad fronteriza de forma responsable y a implementar políticas de inmigración sostenibles.

La gobernadora informó que la Policía Estatal de Massachusetts no participará en los esfuerzos federales de deportación y continuará desempeñando sus funciones habituales sin involucrarse en actividades de aplicación de la ley de inmigración, salvo en casos que incluyan delitos fuera del alcance de las órdenes federales de retención de inmigrantes.

Healey destacó que su Administración está considerando diversas estrategias, incluyendo el uso de poderes reglamentarios y ejecutivos. Señaló que es esencial aprovechar todas las herramientas disponibles para proteger a los ciudadanos, residentes y estados.

 La gobernadora Maura Healey durante una conferencia de prensa poselectoral comunicó: «Massachusetts le ha estado mostrando a este país hacia dónde se dirige, no dónde ha estado. Ese es el Massachusetts que conocemos y amamos, y ese es el Massachusetts por el que trabajaremos todos los días».

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