Por Alejandro Martinez – Tal parece que los que hacen música con contenidos que lesionan la salud espiritual, emocional, mental, moral y familiar, creen que no alcanza a sus familias, especialmente a los niños ( hijos, hermanos entre otros) Que equivocados están.
Con el contenido de las letras de ciertas canciones, tenemos la promesa de construcción de individuos con valores menos que cero; con una inteligencia emocional menos que cero; con un cerebro reducido a la estupidez, a la violencia, en fin, un cerebro con una condición de entendimiento y discernimiento por debajo de los mínimos de las reglas de convivencia social y humana. ( Nótese, que hoy día la juventud no sabe decir disculpe, lo siento, con permiso, perdón no fue mi intención, respetar las filas entre otras tantas regalas necesarias para la convivencia humana).
No digo con esto que es fruto de la música en sí, pero si es un agregado que está produciendo pérdidas de esos valores.
La música es un instrumento de formación de primera línea, toda vez que el audio no se limita en su alcance a aquel que difunde la música, es consumido por todo aquel que puede escuchar. Pero, lo peor de todo esto, es que la constitución contiene un articulado que manda a restringir y controlar este aspecto juridicamente, sin embargo, los que están llamados y obligados a tomar las previsiones de lugar para evitar que se siga expandiendo este cancer, hacen caso omiso y hasta se suman a los proponentes de este contenido musical, en campaña, para sacar provecho político.
Sumado a lo anterior, tenemos otro elemento de rango fundamental, a saber : la familia. Muchas veces los padres en vez de poner control de lo que consumen sus hijos menores de edad, se suman, le hacen el coro y le celebran “LAS MORIQUETAS CON ESCENAS HASTA PORNOGRAFICAS”. Que tontos y estupidos, crean el monstruo y luego buscan culpables de lo que ellos mismos fabricaron.
Como he dicho en varias oportunidades, no critico ningún ritmo musical como nueva creación, criticó la propuesta lírica, pues, una sociedad que se construye sobre la base de inversión de valores, me explico “ todo lo que era malo y sancionado, hoy es bueno, permitido y felicitado” no tiene ningún futuro, y si lo tiene es mínimo.
Señores ¿Que puede salir de un estudiante o ya “ PROFECIONAL” que consume desmedidamente música basura ? Pues basura.
Aunque entiendo que la evolución es natural, sin embargo, en la música no entiendo esa llamada evolución, toda vez que la evolución es un paso hacia delante y en la música que se propone hoy en su contenido lírico, no hay avance sino retroceso…(Involucion). Por eso no acepto que me digan que todo evoluciona, eso, no es evolución.
Por ejemplo, recordemos la bachata de la década de los años 80 y la bachata de hoy, incluso con mucho de los intérpretes de esa misma época hoy…Hicieron los cambios hacia la mejora y no al revés.
De todo lo anterior, no me refiero simplemente a la llamada “Música Urbana”, me refiero a cualquier música que que con su contenido motiva al desorden, la droga, violencia, que descontrola el sistema nervioso por una mala mezcla y comunica con decibeles de sonidos por encima de lo permitido por la ley, entre otros.
A/M
Esta opinión se publicó primero en El Poder Banilejo.
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